Tarde maravillosa en Patalavaca


Visitar Patalavaca (Gran Canaria) en enero  ha sido un acierto,ahora está todo mucho más tranquilo que las veces anteriores que he estado aqui. Además, no hace tanto viento como usualmente y todo es muy silencioso. En el paseo marítimo no hay apenas paseantes excepto unos gatos, a los que les llamo la atención y juguetean conmigo. Me paso toda la tarde con ellos acariciándolos y fotografiándolos. El ambiente es cálido y somnoliento, el sol se está poniendo rápido.

Aunque los hoteles estan abiertos otra vez, me parece que no tienen muchos clientes. Me alojo en el hotel Radisson Blu que se localiza en la playa, entre la montaña y el mar. ¡No necesito otras actividades, mis piernas sienten los kilometros que ya he caminado!

Este paisaje me llena mi mente de fuerza y confort. Aunque se dice que el mundo ha cambiado, yo en este momento lo puedo olvidar porque todo sigue siendo perfecto y precioso como siempre.




















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